jueves, noviembre 29, 2007

Quizás el propósito de la vida sea ver gente en cueros

Sigo escribiendo. De veras que sí. Tengo muchas cosas que hacer, que pensar y que decir, pero hasta no saber cuales son ciertas, mejor les pongo otro cacho de esa historia que estoy armando. He decidido que sí, la quiero hacer una novela. Ustedes me dirán que opinan.

Los muertos no se callan


El calor

del humo

asciende,

me cubre

del sol

El horrible sol

Bajo su sombra, las cosas son muy confusas. Estoy aquí, pero eso no es cierto, por que estoy en un peñasco, a tu lado, mirando las barrancas, las cuales no puedo ver por que apenas desperté, pensando en ti, en mi cama de hace diez años, cuando todavía no sabía a que olías después de hacer el amor. Estoy ante tu cuerpo, en la colección de instantes que compartimos, y tú estás viva y tú estás muerta.

Es lo que te digo. Lo que no entiendo. Apenas regreso y me haces esto ¿Cómo se te ocurre morirte un día después de que llego a la ciudad? ¿Cómo te quedas ahí, quieta, para siempre, para todos los siglos, para todos los hombres que nunca te van a conocer por que tú estás maldita y estúpidamente muerta?

Así son las cosas. Así pasa. Es lo que siempre se dice. Lo único que puede decirse. Por que así son los cadáveres. Tan incuestionables, tan absurdos, tan simples.

Odio al sol, por que él está aquí y tú no. Pero sí estás y por eso te odio a ti, por que sigues tiesa, por que te estás descomponiendo, por que ya no te importa si te odio. Si te quiero.

Te juro que no puedo comprenderlo.

El sol cae. Mañana, tal vez,

se levante

de nuevo.

Y tú...

Tú.

Tú ya no.


Días de rosas y cuchillos

Nunca me habían importado los funerales. Nunca, hasta que llegó el tuyo. Incluso muerta, me haces creer en algo.

No es que te extrañe. Se extraña lo que está lejos, pero el problema contigo es que ya no estás. Ya no eres. Te has convertido en memorias que discurren por las horas de este día tan largo. El problema entonces es que te recuerdo y te quiero y te deseo y te pienso y nada de eso importa.

No aguanté mucho, ahí en el cementerio. De repente, sentí como si las cosas, todas las cosas, fueran tuyas. Todo te pertenecía, en todo estaba tu olor. El mundo era una casa recién abandonada y yo me había convertido en un fantasma atrapado en ella. Es una de esas ideas mías, que te daría risa de no ser por que tuviste que morir antier y así no hay cómo te rías.

¿Te das cuenta que siempre encontramos la manera de arruinarnos el momento uno al otro?

Caminamos por tantas calles, que ya no queda un pedazo de la ciudad que no se acuerde de ti. Eres puros verbos conjugados en ese pasado que no puedo recuperar, solamente verlo desde lejos, desde cada lugar en que tu corazón ya no late bajo mi mano.

¿Te echo de menos a ti, o a todo lo que era yo contigo?

Hay instantes surreales en los que ser y haber sido se mezclan para hacerme pensar que vas a salir del restaurante en la esquina, tomándote el primer café y subiendo el cuello de tu suéter color crema, que te regalé para los días como hoy, fríos por la mañana y calurosos en la tarde.

El problema, ahora lo sé, radica en mí

Nunca supe si de verdad te amaba.

3 comentarios:

Big Boss dijo...

Muy pero muy chingo, Yorshe:p..... ojala pronto pueda seguir leyendo lo que escribes, por que la neta te enganchas cuando uno lee tus cuentos, y en este caso... esta novela.....

Güaldo dijo...

muuuuy bueno estimadisimo yorsh, espero ver esa novela publicada, es mas me gustaria verla como un best seller, suerte con ese proyecto hermano "Y"

visiten http://elpuntogeek.blogspot.com

muy buen en realidad el post yorsh

Anónimo dijo...

Me gusta lo que escribiste, creo que esa novela va por muy buen camino. Es algo distinto a lo que generalmente escribes, pero bastante prometedor. Creo que es una parte de tí que tenías oculta, bastante sensible, sin perder tu toque característico.