El último día

El semestre ha concluído. Aún restan cosas por resolver, pero en el calendario ya estamos afuera de la escuela. Se siente extraño. De hecho, es extraño. Si hay algo para lo que soy bueno, es para terminar cosas. Pero esta vez, el semestre me pareció de alguna manera más difícil de matar que los anteriores. Fue cuando caí en la cuenta de que estoy terminando, no sólo mi carrera, sino mi vida estudiantil. Este fue el semestre en que la vejez nos alcanzó...a mí y a mis compañeros de generación. Bueno, vejez en el cotorreo, en la carrilla que nos tiramos unos a otros para no tener que afrontar la realidad; y esa realidad es que ya somos adultos. En mi caso, a solo seis meses de tener que salir a pelearme con el mundo, sin salones de por medio. No me asusta. Ni me da tristeza. Tampoco me embarga de alegría. Simplemente, es eso. Lo extraño de tener veintiuno. Lo extraño de casi ser un ingeniero. Lo extraño que es acordarme de cosas que la mitad de mis amigos no conocieron.
Demasiadas cosas extrañas, para un día demasiado extraño...pero al menos ya estoy escribiéndolo...
Nos vemos mañana.

P.D.: Ahí les encargo que le den una visitada a los blogs de mis amigos, el Adame y Jaz. Los links estan aquí, en la orillita derecha de la página.